Estilo de vida y cáncer

Entender cómo se relaciona el estilo de vida y cáncer es uno de los grandes objetivos a nivel mundial. Solo en España en el 2021 se estima que se diagnosticaran mas de 270.000 casos. Siendo los más frecuentes, por orden, colon y recto, próstata, mama, pulmón y vejiga urinaria.

El número de casos no para de aumentar debido entre otros a: el aumento de la población, el envejecimiento, la exposición a factores de riesgo vinculados con el estilo de vida. Los principales y más conocidos son: el tabaco, el alcohol, la contaminación, el sobrepeso/obesidad y el sendentarismo

También la exposición a otros agentes carcinogénicos como: asbestos, véncenos, virus, aceites minerales, radiación solar…)

Este estudio de la Universidad de Harvard publicado en Jama Oncology. Estima el impacto del estilo de vida sobre la incidencia y la mortalidad por cáncer. Para ello compara un grupo con un estilo de vida saludable (bajo riesgo cáncer) con otro grupo con un estilo de vida no saludable (alto riesgo de cáncer).

En dos cohortes prospectivas con más de 170.000 individuos. Se dividieron en dos grupos. Alto y bajo riesgo, comparando la incidencia y mortalidad por cáncer según cuatro criterios de estilo de vida.  Hábitos tabáquicos, consumo de alcohol, indice de masa corporal y actividad física.

Se controlaron los cánceres cuya incidencia y mortalidad podrían ser modificadas con cambios en el estilo de vida, por lo que se excluyeron los cutáneos, cerebrales, linfáticos, hematológicos y prostáticos no fatales.

La variable principal del estudio fue el riesgo atribuible a la población (RAP) que se interpreta como la proporción de casos de cáncer que no ocurrirían si todos los individuos adoptaran un estilo de vida saludable.

Los autores destacan que en la población general entre un 40% y un 70% de todos los cánceres se podrían prevenir con cambios en el estilo de vida. Además también potencialmente se podrían prevenir el 50% de las muertes por cáncer.

Destacan que en el cáncer de pulmón en concreto, se podrían prevenir entre el 80 y el 90% de las muertes. Principalmente dejando de fumar.

En cuanto al resto de cánceres, su mortalidad, se podría reducir entre un 10% y un 70% dependiendo del tipo de cáncer.

JAMA Oncol. 2016 Sep 1;2(9):1154-61

Resultados estilo de vida y cáncer

Los resultados impresionan. Cuando compararon por el total de cánceres de los dos grupos. En cuanto a la incidencia* se obtuvo un RAP del 25% en las mujeres y un 33% en los hombres. En cuanto a la mortalidad todavía impresiona más con un 48% en mujeres y un 44% en hombres.

Los autores compararon ademas el grupo de bajo riesgo con la población general de Estados Unidos obteniendo un RAP en cuanto a incidencia de cáncer del 41% en mujeres y un 63% en hombres. En cuanto a la mortalidad fue un 59% en mujeres y un 67% en hombres.

También calcularon el RAP para la incidencia de distintos tumores. En cáncer de pulmón fue del 82% mujeres y 78% para hombres.

Se calculo el riesgo atribuible poblacional (RAP) para el total de cánceres. El RAP para la incidencia fue de un 25% en mujeres y un 33% en hombres.  En cambio, el RAP para la mortalidad fue de 48% en mujeres y un 44% en hombres respectivamente.

A raíz de los resultados, los autores concluyen que la prevención primaria a través de cambios en el estilo de vida debería ser la prioridad para el control del cáncer.

*Incidencia=es el número de casos nuevos de una enfermedad, en este caso cáncer, en una población determinada y en un periodo determinado

Consumir fruta y cáncer de mama

Este estudio analiza la relación entre consumir fruta y cáncer de mama. Analizando especialmente el consumo de frutas y vegetales durante la adolescencia.

Sabemos que tanto las frutas como los vegetales son fuentes de fibra, antioxidantes, minerales, vitaminas y otros substancias necesarias para el organismo. Algunas de estas substancias, según otros estudios, tienen el potencial de influir/afectar al desarrollo del cáncer de mama. Por ello existe mucho interés en estudiar su consumo y el riesgo de cáncer de mama.

En la actualidad el cáncer de mama es el cáncer mas diagnosticado en el mundo. Es muy importante entender cómo disminuir el riesgo de padecerlo. En España en el 2020 se diagnosticaron más de 34.000 casos. Una de cada 8 mujeres será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida.

Este estudio prospectivo, de cohortes, en el que participaron 90.476 mujeres premenopausicas de entre 27 y 44 años. Seguidas entre 1991 y el 2013. Al final evaluaron 44233 mujeres de las cuales disponían datos de consumo de vegetales y fruta durante su adolescencia desde el 1998 al 2013. Durante los 22 años de seguimiento 3.235 mujeres desarrollaron cáncer mama.

Resultados

El mayor consumo de frutas y verduras durante la adolescencia se asoció con un menor riego de desarrollar cáncer de mama. Comparando el grupo con mayor consumo con el de menor consumo, se observo una reducción del 25% en el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Los autores concluyen que este estudio aporta la evidencia de que un mayor consumo de frutas durante la adolescencia se asocia con una disminución en el riesgo de padecer cáncer de mama. Por lo que la elección de los alimentos en la adolescencia puede ser de gran relevancia.

Ref: BMJ 2016;353:i2343

Además el mayor consumo de vegetales ricos en 𝛂-carotenos (Ejem: calabaza, plátanos, tomates, zanahorias) al inicio de la edad adulta se asocia especialmente con un riesgo menor de cáncer de mama.

Se ha observado que el consumo total de fruta durante la adolescencia se asocia a un menor riesgo de cáncer de mama.

Un mayor consumo de fruta y vegetales ricos en alfa-carotenos en la edad adulta temprana también se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama.

La disminución del riesgo de cáncer de mama es diferente según el tipo de fruta y verdura. La manzana, la naranja, el plátano, la uva y la col rizada se asociaron significativamente con la reducción de riesgo

Vitamina B12 y envejecimiento cerebral

El objetivo de este estudio es investigar la relación entre los niveles de vitamina B12 y el envejecimiento cerebral. Para ello se medirá el volumen cerebral y la pérdida de sustancia blanca. El volumen cerebral total y el de sustancia blanca son marcadores de envejecimiento cerebral.

La homocisteína es un aminoácido que el cuerpo necesita para producir proteínas. Las vitaminas del grupo B como la vitamina B12, la vitamina B6 y el ácido fólico. Descomponen la homocisteína y la transforman en otras sustancias que el cuerpo necesita. Normalmente niveles altos de homocisteína se asocian con déficit de vitamina B12-B6 y/o ácido fólico. La homocisteína también se utiliza como marcador de riesgo cardiovascular.

En este estudio se incluyeron 501 participantes de 60 o más años que no tenían demencia la inicio del mismo.

El objetivo fue medir la tasa de perdida de tejido cerebral. Para ello se realizaron resonancias magnéticas seriadas. Se siguieron los participantes durante un periodo de unos 8 años.

Lo que observaron fue, que aquellos que tenían unos niveles más altos de vitamina B12 al inicio del estudio, sufrieron una menor pérdida de volumen cerebral durante el estudio.

 Por contra aquellos con los niveles más elevados de homocisteína total, se asociaron con mayores tasas de pérdida total del volumen cerebral.

Los autores concluyen que los niveles de vitamina B12 y homocisteína total podrían estar relacionados con la aceleración del envejecimiento cerebral.

JAMA Psychiatry. Published online April 27, 2016.

Se observo que los pacientes con niveles basales mas altos de vitamina B12 y holotranscobalamina (vitamina B12 unida a la transcobalamina).  Tenían una menor tasa de pérdida de volumen cerebral durante la duración del estudio.

Los autores destacan la necesitan de realizar más ensayos clínicos aleatorios. Para poder determinar de forma concluyente la importancia de los suplementos de vitamina B12. Con el objetivo de retrasar el envejecimiento cerebral en los ancianos.