Fibra y cáncer de mama

Fibra en cáncer de mama

La revista Cancer acaba de publicar un metanálisis en el que ha estudiado la relación entre la ingesta de fibra total (soluble e insoluble) y la incidencia de cáncer de mama. Para ello ha revisado todos los estudios prospectivos publicados hasta Julio del 2019.

La hipótesis parte de que al disminuir los niveles de insulina circulante en sangre así como el IGF-1 (Factor de crecimiento análogo a la insulina tipo 1) que juegan un papel importante como factores de riesgo para el cáncer de mama. Lo mismo ocurre con el nivel circulante de hormonas sexuales. Dado que las dietas altas en fibra, según algunos estudios publicados, tienen un impacto directo en la sensibilidad de la insulina y los niveles circulantes de hormonas sexuales, principalmente disminuyendo los niveles de estrógenos. Es por ello que este estudio, quiere evaluar la relación existente entre la ingesta de fibra y la incidencia de cáncer de mama.

Un metanálisis publicado con anterioridad en 2016 encontró una relación inversa entre los niveles de ingesta de fibra y el riesgo de cáncer de mama. En concreto una reducción del riesgo de cáncer de mama de un 12%.

Resultados estudio fibra y cáncer de mama

El estudio concluye que el mayor consumo de fibra (soluble) se asocia con una reducción de riesgo de cáncer de mama tanto en las pacientes premenopausicas como en las postmenopausicas.

Estos resultados están en linea con las recomendaciones de la Sociedad Americana del Cáncer.

Cancer. 2020;126(13):3061‐3075

En principio, la reducción de riesgo fue similar para todas la fuentes de fibra (vegetales, frutas, cereales y legumbres). Aunque solo se alcanzaron diferencias estadísticamente significativas con las frutas.

Un alto nivel de ingesta de fibra total se asoció de manera inversa con los cánceres tanto ER+/PR+ como los ER-/PR- (en los cánceres con receptores hormonales positivos como los negativos). Aunque la diferencia no fue significativa.

Entre las mujeres que consumieron más fibra tanto soluble como insoluble hubo una reducción de riesgo del 8% respecto a las que consumían menos fibra.